Los patrones de consumo moderado de bebidas alcohólicas que se asocian a menor mortalidad y menor incidencia de complicaciones cardiovasculares mayores.

El consumo distribuído en 3 o 4 días de la semana, con las comidas y de vino tinto, se asoció a menor mortalidad y menor incidencia de complicaciones cardiovasculares, de acuerdo al estudio de Seguimiento del Institute of Health and Wellbeing, de la University of Glasgow, publicado el 12 de enero de 2021 en el BMC Medicine.

El objetivo del estudio fue determinar la relación entre diferentes patrones de consumo y el riesgo de enfermedad, ajustado por el monto de alcohol consumido semanalmente, entre los bebedores regulares.

En este estudio de cohorte prospectiva, participaron 309.123 británicos que fueron seguidos durante 7 años. Se excluyeron los abstemios y los bebedores no frecuentes.

El consumo de  bebidas espirituosas (destiladas y licores) se asoció a 25% mayor riesgo de mortalidad, 31% mayor riesgo de evento cardiovascular adverso mayor, 48% mayor riesgo de cirrosis y 10% mayor riesgo de accidentes y lesiones, comparado con beber vino tinto, luego de ajustar por el monto de alcohol consumido semanalmente.

Los bebedores de cerveza y sidra tuvieron también 18% mayor riesgo de mortalidad, 16% de evento cardiovascular adverso mayor, 36% mayor riesgo de cirros y 11% mayor riesgo de accidentes y lesiones.

El consumo de alcohol sin alimentos se asoció a 10% mayor riesgo de mortalidad, comparado con consumirlo con alimentos.

El consumir alcohol 1 o 2 veces en la semana, tuvo 9% mayor riesgo de mortalidad y 14% mayor riesgo de evento cardiovascular adverso mayor (infarto de miocardio, accidente vascular encefálico y muerte cardiovascular), comparado con consumir 3 o 4 veces en la semana, ajustado por el monto de alcohol consumido. Entonces, para el mismo monto de alcohol consumido en la semana, es mejor distribuirlo en 3 o 4 días, que consumirlo en 1 o 2.

Entre los consumidores regulares de bebidas alcohólicas, tomando en cuenta el monto de alcohol consumido, se asociaron a menor riesgo  de mortalidad y de complicaciones vasculares mayores: el beber vino tinto, el consumo con las comidas  y distribuir el consumo en 3 o 4 días de la semana.

Comentan los autores que si estos hallazgos se replican, tienen el potencial de influir en las políticas y los consejos prácticos sobre patrones menos dañinos de consumo de alcohol.

Este estudio británico confirma los hallazgos del estudio SUN de la Universidad de Navarra, del Patrón Tradicional Mediterráneo de consumo de bebidas alcohólicas, de 18.394 universitarios en España, seguidos durante 12 años,  publicado en el año 2014, en el que el consumo moderado, distribuido en la mayoría de los días de la semana, preferentemente con las comidas y de vino tinto, se asoció a menor mortalidad que el consumo excesivo y que el consumo de bebidas no adecuado a ese Patrón Tradicional Mediterráneo de consumo de bebidas alcohólicas.

En el estudio SUN, el riesgo de mortalidad de los que se adecuaban al  Patrón Tradicional Mediterráneo de consumo de bebidas alcohólicas, también fue menor que el de los abstemios.

A pesar de ese resultado, plantearon no se debe aconsejar a los abstemios que comiencen a beber, porque si lo hacen de manera incorrecta pueden adoptar patrones de consumo de alcohol con el potencial de aumentar su riesgo de muerte.

Sin embargo, afirmaron los autores del estudio SUN que si una persona va a beber, el patrón de consumo de alcohol Mediterráneo tradicional puede considerarse una forma sensata y saludable de consumir alcohol.